sábado, 10 de octubre de 2015

EN GALLEGO


ROSALÍA DE CASTRO.  (1837-1885)

Sin duda, la poetisa más conocida en lengua gallega. La autora escribe sobre sus vivencias en la Galicia rural, y sobre todo, la pena que le supone tener de dejar su tierra, de donde ha salido con su familia para instalarse a vivir en  Madrid.

VIDEO 1   

"NEGRA SOMBRA"
Quizá sea este el poema más famoso de Rosalía por la excelente versión de Luz Casal. Refleja, el sentimientos de angustia que acompañó a la autora toda su vida. El vídeo incluye la letra en castellano

Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.

Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.

Si cantan, es ti que cantas,
si choran, es ti que choras,
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora.

En todo estás e ti es todo,
pra min i en min mesma moras,
nin me deixaras ti nunca,
sombra que sempre me asombras.
Cuando pienso que te fuiste,
negra sombra que me asombras,
al pie de mis cabezales,
vuelves haciéndome burla.

Cuando imagino que te has ido,
en el mismo sol te me muestras,
y eres la estrella que brilla,
y eres el viento que sopla.

Si cantan, eres tú que cantas,
si lloran, eres tú que lloras,
y eres el murmullo del río
y eres la noche y eres la aurora.

En todo estás y tú eres todo,
para mí y en mí misma moras,
no me abandonarás nunca,
sombra que siempre me asombras.


CAMPANAS DE BASTABALES  (1863)


El cantautor berciano Amancio Prada dedicó todo un álbum la poetisa gallega.
Las dos canciones siguientes pertenecen a su disco.

VÍDEO 2


Campanas de Bastabales,
cando vos oio tocar,
mórrome de soidades.

Cando vos oio tocar,
campaniñas, campaniñas,
sin querer torno a chorar.

Cando de lonxe vos oio
penso que por min chamades
e das entrañas me doio.

Dóiome de dór ferida,
que antes tiña vida enteira
e hoxe teño media vida.

só media me deixaron
os que de aló me trouxeron,
os que de aló me roubaron.

Non me roubaron, traidores,
¡ai!, uns amores toliños,
¡ai!, uns toliños amores.

Que os amores xa fuxiron,
as soidades viñeron...
de pena me consumiron.

Campanas de Bastabales
cando vos oio tocar,
me muero de añoranzas.
Campanas de Bastabales,
cuando os oigo tocar,
me muero de añoranzas.

 Cuando os oigo tocar,
campanitas, campanitas,
sin querer vuelvo a llorar.

Cuando de lejos os oigo
pienso que por mí llamáis
y de las entrañas me duelo.

Me duelo de dolor herida,
que antes tenía vida entera
y hoy tengo media vida.

Sólo media me dejaron
los que de allá me trajeron,
los que de allá me robaron.

No me robaron, traidores,
¡ay!, unos amores locos,
¡ay!, unos locos amores.

Que los amores ya huyeron,
las soledades vinieron...
de pena me consumieron.

Campanas de Bastabales
cando vos oio tocar,
me muero de añoranzas.


ADIÓS RÍOS, ADIÓS FONTES
VIDEO 3


Adiós ríos, adiós fontes
Adiós ríos, adiós fontes
adiós, regatos pequenos;
adiós, vista dos meus ollos,
non sei cándo nos veremos.

Miña terra, miña terra,
terra donde m’eu criei,
hortiña que quero tanto,
figueiriñas que prantei.

Prados, ríos, arboredas,
pinares que move o vento,
paxariños piadores,
casiña d’o meu contento.

Muiño dos castañares,
noites craras do luar,
campaniñas timbradoiras
da igrexiña do lugar.

Amoriñas das silveiras
que eu lle daba ó meu amor,
camiñiños antre o millo,
¡adiós para sempre adiós!

¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento!
¡Deixo a casa onde nacín,
deixo a aldea que conoso,
por un mundo que non vin!

Deixo amigos por extraños,
deixo a veiga polo mar;
deixo, en fin, canto ben quero…
¡quén puidera non deixar!

[…]

Adiós, adiós, que me vou,
herbiñas do camposanto,
donde meu pai se enterrou,
herbiñas que biquei tanto,
terriña que nos criou.

[…]

Xa se oien lonxe, moi lonxe,
as campanas do pomar;
para min, ¡ai!, coitadiño,
nunca máis han de tocar.

[…]

¡Adiós tamén, queridiña…
Adiós por sempre quizáis!…
Dígoche este adiós chorando
desde a beiriña do mar.

Non me olvides, queridiña,
si morro de soidás…
tantas légoas mar adentro…
¡Miña casiña!, ¡meu lar!
Adiós ríos, adiós fuentes
Adiós, ríos; adiós, fuentes;
adiós, arroyos pequeños;
adiós, vista de mis ojos,
no sé cuando nos veremos.

Tierra mía, tierra mía,
tierra donde me crié,
huertecilla que tanto amo
higueruelas que planté.

Prados, ríos, arboledas,
pinares que mueve el viento,
pajarillos piadores,
casitas de mi contento.

Molino entre castaños,
noches de luz de luna
campanitas timbradoras
de la iglesia del lugar.

Moras de las zarzas
que le daba yo a mi amor
caminos de los maizales
¡adiós para siempre adiós!

¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento!
¡Casa donde yo nací,
dejo mi pequeño pueblo,
por un mundo que no vi!

Dejo amigos por extraños,
dejo vegas por el mar,
dejo en fin, cuanto bien quiero…
¡quién pudiera no dejar!

[…]

Adiós, adiós, que me voy,
hierbas de mi cementerio,
donde padre se enterró,
hierbas que he besado tanto
mi tierra que nos crió.

[…]

Ya se oyen lejos, muy lejos
campanas del manzanal
para mí, ¡ay! pobrecillo
nunca más me tocarán.

[…]

¡Adiós también, ay querida…
Adiós por siempre quizás!
Te digo este adiós llorando
desde la orilla del mar.

No me olvides, ay querida,
si muero de soledad…
tantas leguas mar adentro...
¡Adiós mi casa!, ¡mi hogar!